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martes, 29 de octubre de 2013

Sobre Tubize y la convivencia familiar

Al principio de mi estadía en Bélgica, todo fue perfecto. Supongo que esto pasa en todos lados y con cualquier persona. Incluso lo he leído en otros blogs de chicas au pair: "El primer mes TODO es perfecto". 
El pueblo de Tubize y los de su alrededor son muy bonitos. Al principio sentía que soñaba cuando veía los atardeceres, la luz del sol y los colores de las siembras, las casas hermosas, lagos y canal. ¿Cuál es el problema entonces? Con pocos medios de transporte y teniendo la casa en el lugar más escondido del pueblo, es difícil moverse acá. Y con esta experiencia les doy el primer consejo a las chicas que quieran ser au pair :

1.- Los pueblos son muertos a veces y, dependiendo de sus gustos, esto puede resultar aburrido (créanme, soy de un pueblo de Venezuela, y a veces me aburro un poco entre semana). Si les gusta la familia a pesar de todo, asegúrense de que tendrán vías de transporte que puedan tomar fácilmente cerca de la casa, si pueden caminar hasta el centro sin problema. Busquen en google maps, pregunten a la familia si hay bicicletas o, en algunos casos, si tendrán un carro con el que puedan ir de un lado a otro. Asegúrense de sus horarios libres y la flexibilidad de salir y entrar de la casa. Pregunten TODO!

Ahora, la convivencia familiar. En realidad el trabajo no se siente tan fuerte en mi caso y todos fueron muy amables en hacer que me sintiera como en casa. Las niñas, los abuelos, los padres y yo congeniamos perfectamente y el ambiente es agradable. Un día salí de excursión con el abuelo de las niñas en bici, otro, salí con las niñas y su mamá a conocer un parque. La convivencia era tan buena, que comenzó rápidamente a haber confianza... y con ella, el sentimiento de ser parte de la familia. La incomodidad empieza cuando quieren decirte la cantidad de comida que DEBES ingerir, la ropa que DEBES usar, que DEBES compartir con ellos siempre. Consejos número 2, 3 y 4:

2.- Deben desde un principio compartir, pero marcar cierta distancia y ciertos límites. Por más que quieran que seas parte de la familia, deben saber que es necesario que respeten tus costumbres, culturas y gustos (mientras no molestes las de ellos, por supuesto). Siempre sean sinceras y háganse respetar, porque el intercambio de culturas precisamente significa eso, intercambiar, no imponer. Un "toma y dame" de ambas partes. El hecho de que vivas con ellos, no significa que deban cambiar tus intimidades. Equilibrio y autoestima ante todo.  

3.- Hay familias que les gusta que compartas al menos en las horas de las comidas con ellos. A pesar de que quieras darle intimidad, no olvides que estás ahí para convivir con ellos, por lo que de vez en cuando es bueno hacer un esfuerzo y tener pláticas, intercambiar cualquier receta, cenar con ellos, entre otras cosas. He leído en foros que hay familias que sienten que tienen alquilado el cuarto en vez de tener chica au pair, puesto que a veces ni les ven la cara, y eso les molesta. OJO con eso! 

4.- En la mayoría de los casos, ser chica au pair significa de cierta forma perder cierta intimidad, hacer esfuerzos por tus niños, por la familia. Si quieres tomar rienda en este trabajo, tienes que comprender que no es algo fácil. Por más cómoda que te sientas en el sitio, probablemente no te sentirás siempre libre a tomar cualquier cosa en la cocina, a sentarte en el sillón de la sala a ver la tele o a dormir hasta el mediodía en tus días libres. Prepárate y ve el lado bueno del asunto, será un tiempo en el que aprenderás mucho sobre la paciencia, la tolerancia, y te hará crecer como persona. 

Son consejos para prepararlas, es mejor prevenir, que lamentar. Ánimo chicas, que la experiencia será inolvidable, se los aseguro! No duden en comentar cualquier cosa, hacer preguntas por más tontas que parezcan y por supuesto, suscribirse al blog para ver las nuevas entradas.

Les dejo fotos de Tubize:








lunes, 28 de octubre de 2013

Llegada a Bélgica

Les contaré desde el principio cómo ha sido desde que llegué.

El 5 de septiembre, asustada, ansiosa, feliz y triste, salí del aeropuerto en busca de los brazos de mi novio (Álvaro) que me esperaba junto a los papás de las niñas. Vinimos juntos a Tubize (la ciudad en la que vivo) para comer y celebrar mi llegada a la casa. Las niñas me encantaron y debo admitir que desde ese momento son mi debilidad. Los abuelos resultaron ser muy amables y se sintió un ambiente muy acogedor.

Como era de esperar, volvieron a repetirme mis deberes como fille au pair en la casa. Un horario bastante flexible de lunes a viernes (con excepción los miércoles, que las niñas llegan al mediodía) y a partir del viernes en la tarde soy libre de irme a Bruselas. Genial!

Todo el primer mes fui 100% feliz. Parecería que no es posible, pero en verdad el ambiente familiar y poder estar con Álvaro los fines de semana era lo mejor. Ya desde los primeros días, las niñas quedaron felices conmigo y yo con ellas. Las pequeñas, O. y M. son con las que más debo lidiar, ya que la grande (Ma.) hace sus tareas con su abuela o su mamá. Cada día, debo practicar una hora de violín con Ma. (yo soy violinista, ella estudia violín en una escuela).

Para poner orden entre las discusiones o pataletas de las niñas, realmente no tengo que hacer mucho esfuerzo, los abuelos siempre están ahí para arreglarlo. Sólo me limito a controlar ciertos juegos, ver pelis, pintar. Lo más fuerte es darles de comer y bañar en la mañana a las niñas. Menudo trabajo, ¿no?

Así que mi mundo comenzó a sentirse cuasi perfecto, con excepción de ciertas incomodidades en la casa, que en ese momento, no tenían mucha importancia.

Para no hacer la entrada larga y aburrida, los pequeños percances los iré contando luego. Por ahora, les dejo fotos con mis niñas:




Tres niñas hermosas!

De cómo comenzó la experiencia...

Soy Nathalia Escalona, tengo 23 años y vengo de Venezuela. Hace más de un año decidí que al finalizar la universidad, quería irme a estudiar francés en otro país y probablemente hacer un máster. En especial, Bélgica, donde mi novio hace también sus estudios. 
¿Qué hacía? No tenía dinero para estudiar fuera... y el programa "au pair" llegó a mí. Me comuniqué con una familia que desde el principio me encantó y finalmente decidí que los conocería. Realicé toda la conexión por medio de la página: www.aupair-world.net, la cual es enteramente gratuita, puedes hacer tu perfil y ver el de las familias. 
Vine a Bélgica en octubre de 2012, visité a mi novio y tuve una entrevista con los padres de las niñas. Me parecieron muy simpáticos y abiertos, por lo que estaba segura de que esto es lo que iba a hacer por un año entero. Incluso, hablamos muchas veces por skype durante ese año, nos enviamos fotos y nos mantuvimos en contacto por correo.

La familia es grande: los padres, los abuelos y tres niñas (gemelas de 2 años y medio y una de 6). 

Mis deberes como au pair me los nombraron de la siguiente manera:

  1. Levantarme temprano (6:30 am), despertar a las niñas, bañarlas, darles de comer y vestirlas para ir a la escuela.
  2. Llevarlas al cole junto al abuelo.
  3. Arreglar el cuarto de las niñas. 
  4. Tiempo libre hasta las 3pm que hay que buscarlas.
  5. Jugar con ellas hasta que su mamá llegue a casa. 
Aparentemente todo el trabajo estaba dentro del horario que debes cumplir dentro de este país (máximo 4 horas diarias). Lo que no me gustaba es que, teniendo mamá enfermera, desde el principio sabía que habrían cambios de horario. Pero como viviría junto a los abuelos, posiblemente tendría su apoyo y no trabajaría tanto.

Durante ese año hice mis papeles, finalicé mi tesis de grado, me despedí de mi familia y amigos, hice mis maletas y me aventuré a vivir con unas personas que apenas conocía.